Menos es más...

Jugar Wii hasta el cansancio entre partidas ganadas honrosamente y perdidas con dignidad. Caminar por las calles, de noche. Hacer una parada por el supermercado comprar seis latas de aquella bebida espirituosa, cigarros y agarrar taxi hasta el destino final.

Charlas de mis películas favoritas, hablar, hablar y hablar. Reírnos hasta el cansancio cuando te conté que me dicen: “Mudita”. Menos es más pensé. Y nuevamente hablar,reír, cantar (o simularlo. Además no nos olvidemos que según un profesor de música; tengo voz de carretilla), bailar (o hacer el intento), reír, cantar, hablar… un suspiro y silencios justificados. Cuanta tranquilidad en aquella terraza color mostaza.

Mirar desde lo alto. De noche, sin luna ni estrellas, solo luces que te hace pensar que esta ciudad no duerme.

Yo: Cuando ves Santa Cruz desde esta altura, te da la impresión de cierto desarrollo; pero de pronto miras como si emergieran todos estos árboles grandes. Y es así como para mí la ciudad de los anillos pasa a ser la ciudad de los grandes brócolis, porque así parece. Mira este de aquí, el de allá y el de más allá…
Vos: Brócoli… jajjaja. Loquita… verdad ¿no?

Luego se nos acabo la bebida espirituosa, desapareciste por dos minutos para luego aparecer sonriente con una botella de Sidra… ($%&/*!)

Yo: (Extrañada pero feliz) No sabes las ganas locas que tengo de gritar: Feliz Año Nuevo.
Vos: ¡Salud!

Pasaron las horas, entre charlas de películas y personajes de Tim Burton.
Vos solo escuchabas… por primera vez. Y nos acordamos de nuestra idea inicial… casi 8 horas atrás… vía teléfono.

Yo: Ok. Salgamos, de paso caminamos un poco.
Vos: ¿Y si llueve?
Yo: ¡Caminamos bajo la lluvia!

Ya estando en tu terraza pasadas las doce, la una y las dos, un sonido fuerte nos llamo la atención. Lluvia al fin.